LA REAL ORDEN EN LA SEMANA SANTA DE TURIS

Atendiendo a la amable invitación de la Confraria del Sant Sepulcre y en cierto modo con pleno derecho, ya que recientemente se nombró a la Real Orden “Cofrade de Honor”, el Viernes Santo acudimos, un nutrido grupo de Caballeros y Damas, a los oficios religiosos que con motivo de la efeméride se celebraron en la Iglesia Parroquial de la localidad de Turís.

Con posterioridad a la solemne celebración de los oficios, tuvo lugar la denominada “Procesión del Santo Entierro”, que discurrió por las principales calles de la población, en medio de un impresionante silencio y profunda devoción, portando las imágenes de la Virgen de los Dolores y el Cristo Yacente. A lo largo de todo el recorrido, los vecinos permanecían en las puertas de sus casas, especialmente iluminadas e incluso engalanadas para la ocasión, mostrando al paso de las imágenes su contenida emoción, manifestada, en algunos casos, con unas irremediables lágrimas.

Los Caballeros y Damas de la Real Orden, ataviados con la indumentaria propia de la solemnidad religiosa en la que participábamos, desfilamos junto a la imagen del Cristo Yacente, a excepción del Gran Canciller, que tuvo el honor de presidir la Procesión, junto al presidente de la Confraría.

La llegada a la Ermita de la Mare de Déu dels Dolors Gloriosos, tras una empinada ascensión por la calle Subida del Castillo , culmina la procesión, con el momento más espectacular y emotivo: el encuentro de las dos imágenes, incluso con una profunda reverencia de los portadores de la Virgen de los Dolores ante la imagen del Cristo Yacente. La intensidad del viento reinante en la explanada, que hacía revolotear nuestras capas y las de los miembros de la Confraría y la oscuridad de la noche, conferían al momento un ambiente de solemnidad y profundo recogimiento, muy acorde y propio del día de Viernes Santo, que se estaba celebrando.

A continuación todos los asistentes desfilamos para besar la reliquia del “Lignum Crucis” y finalmente el Cristo Yacente fue tomado de las andas portadoras, en manos de las autoridades presentes en el acto, entre las que se contaba nuestro Gran Canciller y depositado en la urna al efecto existente al pié del altar de la ermita.

Como no podía ser de otro modo y para reponer las energías consumidas durante la larga tarde, la Confraría nos invitó a una sencilla y tradicional cena, que gustosamente compartimos con todas las autoridades y los miembros de la misma. En la sobremesa, D. José María Fons, Presidente de la Confraría, pronunció unas afectuosas palabras de agradecimiento a la Real Orden, por nuestra presencia en los actos y manifestó su deseo de que el año próximo también estemos presentes en estas emotivas celebraciones.

Quiero hacer constar desde estas líneas, en nombre de la Real Orden de Caballeros de Santa María de El Puig, nuestro profundo agradecimiento a la Confraría del Sant Sepulcre de Turís y especialmente a su Presidente D. José María Fons Carrión, por todas las atenciones que durante estos días han tenido con nuestros representantes. Ha sido para nosotros un gran honor comparecer y compartir tan emotivos e importantes actos y esperamos continuar, en años sucesivos, este entrañable hermanamiento que hemos llevado a cabo.

Ismael Giménez Benavent

(GRAN CANCILLER)